Siempre he viajado con seguro de viaje. A la hora de comprar vuelos no dudo al marcar la casilla de incluir seguro porque nunca se sabe si es necesario cancelar el viaje o lo que pueda pasar durante el transcurso de éste. El caso es que no me la juego y menos siendo diabética. En el siguiente post os voy a explicar mi odisea para conseguir un seguro médico para diabéticos.

Cuando empecé a organizar mi exilio de tres meses a Jamaica, la cuestión que más tiempo me llevó fue la de encontrar un seguro médico que cubriera cualquier incidencia de mi diabetes, como la pérdida de mis insulinas. Enfermar en Jamaica no es una buena idea por lo que no me planteaba ni por un segundo contratar un seguro cualquiera que no cubriera enfermedades crónicas.

Empecé a buscar en Internet pero ninguna compañía de seguros ofrecía un respaldo cien por cien a viajeros con enfermedades preexistentes, lo cual me parece algo discriminatorio. Sobre todo por el hecho de que las personas crónicas como yo somos a veces más susceptibles de sufrir algún tipo de inconveniente, que no tiene por qué ser de asistencia médica, sino, como decía antes, inconvenientes a la hora de acceder a medicamentos.

En mi caso viajo con insulinas, glucómetros, tiras reactivas y agujas. Todo lo que necesito para controlarme el azúcar diariamente. Por no hablar de que, como cualquier viajero, puedo sufrir algún tipo de descompensación alimentaria, algo común cuando viajas a un país exótico, pero que en mi caso puede llevar el agravante de descompensación en mis niveles de azúcar.

El caso es que ningún seguro me ofrecía asistencia en caso de enfermar por mi diabetes, lo cual es una tontería porque como decía, descompensaciones alimentarias las sufrimos todos, pero la mía puede ser más delicada por ser diabética. La pregunta qué me hacía era: ¿en qué momento actúa este seguro por mí? Porque obviamente son los del seguro médico los que deciden qué complicaciones cubren y cuáles no.

Grandes y reconocidas aseguradoras como Mapfre o Sanitas bajo el pretexto de “eres crónico y sabes a lo que te expones cuando viajas por lo que tú te haces responsable”, -ellos lo decían de forma más sutil pero la verdad sigue siendo la misma: que no se hacen cargo de las posibles complicaciones que puedan surgir en caso de enfermar o necesitar medicamentos en el extranjero-, miran a otro lado, se lavan las manos y dejan en mí un vacío incomprensible. Y ya os digo yo que mi interés por un seguro de viaje para diabéticos no era por la preocupación de enfermar, de hecho no enfermé en ningún momento ni necesité hacer uso de mi seguro de viaje. Sino por mis medicamentos, por la pérdida de éstos o porque necesitara más en un momento dado, que al final tampoco tuve problemas a este respecto.

Tras mucho indagar y buscar en Internet hallé este artículo: Viaje a Egipto: 4 seguros y una hipoglucemia. Explica la experiencia de un viajero con diabetes que a pesar de contratar hasta cuatro seguros médicos distintos, sufrió una hipoglucemia (bajada de azúcar) y se desmayó, y además, tuvo que pagar por la atención médica porque ninguno de esos cuatro seguros cubría la incidencia.

El artículo fue publicado en la web de la aseguradora Barchilon, una correduría de seguros que de forma innovadora y pionera empezó a planear seguros de vida y de viajes para diabéticos. En la web te indican perfectamente los detalles del seguro, todas las garantías que ofrecen y sus gastos, el precio y duración del seguro, etc. Yo como había estado tanto tiempo de seguro en seguro recibiendo un “No” en la cara, cuando me encontré con éste, lo primero que hice es llamar por teléfono para asegurarme de que aquello era real. Y me atendió una mujer que en seguida me explicó todo por teléfono y me mandó información detallada que no estaba en la web.

Me dieron mucha confianza por lo que al final contraté el seguro. Pagas anualmente 155 euros por el paquete individual, también hay uno familiar que cuesta 299 euros. Éste seguro te cubre todos los viajes que hagas durante un año, pero no cubre viajes superiores a 90 días. Puedes viajar de forma intermitente tantas veces como quieras pero no superando la estadía más de tres meses, algo lógico ya que muchos países solo permiten al turista permanecer esta cantidad de tiempo.

El seguro para diabéticos de Bachilor cubre incidencias de pérdida de equipaje y medicamentos, cancelación del viaje y asistencia médica general y crónica en particular. Al final no tuve que usarlo porque como decía antes no sufrí ninguna complicación, ni diabética, ni sanitaria de ningún tipo. De hecho me he sentido más viva que nunca durante mis tres meses en Jamaica, pero por lo menos iba con la conciencia tranquila y con la seguridad de saber que Barchilon velaba por mi salud.

Para más info sobre las garantías podéis acceder a su web: www.barchilon.net

O llamar por teléfono al teléfono 93 410 60 35

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