Hay dos cosas sin las que no sé vivir: sin el mar y sin poder ver las estrellas. Esta es una conclusión a la que llegué cuando viví un año en Madrid donde ni la polución ni los kilómetros de distancia me permitían disfrutar de dos de los placeres que más me conectan conmigo misma. Aun así Madrid me encanta, pero Valencia es vida.

No, definitivamente no puedo estar lejos del mar, cuando me separan de él es como si me arrebataran mi libertad, como si sintiera una claustrofobia extraña. Para mí, mi Mediterráneo (aunque a falta de éste me sirve cualquier otro mar u océano), es como una apertura al mundo que me permite conectar y desconectar. Como una válvula de escape.

Pues bien, el otro día fui al Puerto de Valencia, también conocido como La Marina de Valencia o La Marina Real. Y descubrí un sitio en el que no podía ser más feliz. Pista va:

Veles e Vents Valencia

Ese edificio del fondo es el Veles e Vents, un espacio gastronómico que encierra joyas culinarias como el Restaurante La Marítima, una suerte de cocina mediterránea a degustar platos tan exóticos como tradicionales con unas vistas que a mí me hacen la mar feliz.

Los domingos en Valencia son de paella. Aunque ese domingo desafiamos las leyes físicas y metafísicas de la tradición valenciana y pedimos tapas para compartir. El menú está cerrado por cinco platos muy variados, con postre y cerveza Amstel de bodega, el precio es de 28 euros por persona a partir de dos comensales, las vistas por supuesto no van incluidas pero se degustan con el mismo sabor.

El sitio, aparte de una cocina muy cuidada a base de platos Mediterráneos y de mercado, con ingredientes de la Huerta de Valencia muy presentes y arroces de todo tipo, cuenta con un diseño moderno y muy acogedor. Ni ostentoso, ni cargante. Muy digamos, mainstream, del siglo XXI. Con sofás y muchos cojines de todos los colores, maceteros, bodega propia (que no falte nunca el vino) y grandes ventanales para ver los veleros pasar.

El salón es grande y espacioso pero mesas justas para no sentirse abarrotado. Cierto es que aunque tardaron un poco en servirnos el primer plato, los siguientes fueron saliendo uno tras otro con la puntualidad exacta del que no quiere esperar a que se enfríe el plato, o por el contrario, se caliente.

El menú, compuesto por cinco platos y postre, inspira a brisa del mar y a brasa de la encina. Además tienen una carta especial para alérgenos e intolerancias. En definitiva, comimos mucho y muy bien:

Steak Tartar de Vaca rubia gallega

Menú La Marítima de Valencia

Mejillón al vapor con salpicón acidulado

Menú La Marítima de Valencia

Langostinos en Kalinda y salsa chipotle

Menú La Marítima de Valencia

Calamar de playa con emulsión de sobrasada ibérica

Menú La Marítima de Valencia

Presa ibérica con jugos aromáticos y milhojas de patata

Menú La Marítima de Valencia

Y por supuesto, aquí me quedé yo hasta el anochecer, para disfrutar de otro de mis grandes placeres: las estrellas.

Menú La Marítima de Valencia

| Más información: www.veleseventsvalencia.es

Cómo llegar

El restaurante se encuentra en el Puerto de Valencia, ubicado en la planta baja del edificio Veles e Vents. Terraza La Marítima Marina de Valencia, Muelle de la Aduana, s/n.

Reservas

La reserva se puede hacer online a través de la web https://grupolasucursal.com/restaurantes/restaurante-la-maritima/ mandando un correo a reservas@veleseventsvalencia.es o llamando al teléfono 610915141.

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